Hoy es Sábado 1 de Marzo.
Sigue lloviendo. Dice el dicho que la lluvia en Sevilla es una maravilla... bueno... pues en Roma no tanto...jajaja... aunque la verdad no es impedimento a las ganas de recorrer la ciudad que tenemos hoy.
Hemos decidido en principio no tomar, si es posible, ni metro, ni bus, ni tranvía... hoy vamos a conocer calles, plazas, iglesias y rincones de Roma, "a patita", que es como realmente se conocen las ciudades. Además, las zonas que queremos visitar no están en realidad tan lejos, y con paso tranquilo, podemos ir viendo muchos rincones de la ciudad. Eso sí, vamos a hacerlo con un poco de orden, y no dar vueltas de más. Comenzamos.
Informaros que nuestro hotel se encuentra junto a la denominada Plaza de la República, plaza semicircular situada en las cercanías de la Estación de Termini, (digo también esto para situaros). Alrededor suya se encuentran la famosa Basílica de Santa María de los Ángeles y los Mártires, la cual está integrada en parte de lo que fueron las Termas de Diocleciano.
Una de las salidas de esta plaza, es la Via Nazionale, a través de la cual, llegaríamos a la Plaza Venezia, punto de conexión con el centro de la ciudad, y que el primer día conocimos junto al Foro Romano. Pero ya llegaremos allí, vamos por partes.
Primero decidimos quedarnos en esta plaza, ya que en ella se encuentra, como dije antes, las ruinas de lo que fueron las Termas de Dioclesiano, y la Basílica de Santa María de los Ángeles y los Mártires.
La dedicación a los mártires hace referencia al dato que afirma la hagiografía cristiana ( o historia de la vida de los santos), según el cual las termas de Diocleciano, fueron construidas con el trabajo de cristianos hechos esclavos. La basílica actual fue diseñada en 1562 por Miguel Ángel sobre la base del aula central de las Termas.
En el suelo de esta Basílica, se encuentra la gran meridiana solar de Francesco Bianchini, construida sobre diseños de Miguel Ángel, a solicitud del papa Clemente XI e inaugurada el 6 de octubre de 1702. Su fin era demostrar la exactitud del Calendario Gregoriano y determinar la fecha de la Pascua cristiana en el modo más coherente posible con los movimientos del Sol y la Luna.
Una vez visitada esta basílica, tomamos la Vía Nazionale. Es una gran calle (algunos la llamarían Avenida) está llena de gente, tiendas, restaurantes, hoteles, ..., ojo, tiene tráfico, en definitiva, tiene mucha vida. Para los que la conozcan la asemejaría a la Gran Vía de Madrid. Pues una vez ubicados en esta calle, tomamos la cuarta calle (Vía delle Quattro Fontane) que queda a su derecha (en el sentido en el que vamos, dejando la Plaza de la República a nuestra espalda) con idea de llegar a nuestro siguiente punto. La plaza de las 4 fuentes, (de ahí el nombre de la calle) la cual, para nuestra sorpresa, a pesar del nombre, no se trata de una plaza, sino que se trata de un cruce de calles (Via del Quirinale y Via XX Septtembre, dos vías importantes de Roma) y en las 4 esquinas de dicho cruce hay 4 fuentes, vamos, que hay que ir con cuidado, y pendiente, porque es que te pasas la plaza, te pasas el cruce, y ni te das cuenta. La verdad que es fácil de pasarte este punto, más pendiente a cruzar de acera, de los coches, que a los edificios. Claro, que ves una fuente de agua en una esquina, y eso ayuda, llama la atención, y ya cuando te da por mirar, y ves que hay 4, una en cada esquina, te das cuenta de donde estás. Estas 4 fuentes adornadas con estatuas representan diferentes lugares o personajes, según su ubicación. Las fuentes de la parte norte, representan a los ríos Tiber y Nilo, y las fuentes de la parte sur a las diosas Juno y Diana. Estas fuentes son del siglo XVI.
Justo a la derecha de este cruce, en la Vía del Quirinale, pero pegado a las fuentes, no hay que andar más de 2 pasos, se encuentra la iglesia de San Carlino, llamada así por sus pequeñas dimensiones, ó San Carlo alle Quattro Fontane (San Carlos de las 4 fuentes), Es una iglesia construida entre 1638 y 1641, diseñada por Francesco Borromini siendo considerada una de las piezas maestras de la arquitectura barroca. Fue un encargo de la Orden de los Trinitarios Descalzos, dedicados a la liberación de esclavos cristianos, en Quattro Fontane en 1634.
Bien, seguimos nuestro camino, por la misma calle anterior, (Vía delle Quattro Fontane) y a pocos metros nos encontramos en la Piazza Barberini, la cual toma el nombre del Palacio Barberini. Fue realizada bajo la protección del cardenal Francesco Barberini hacia 1625. En el centro de la misma se encuentra la Fuente del Tritón obra de Gian Lorenzo Bernini de 1643, realizada durante el papado de Urbano VIII.
Seguimos nuestro tranquilo paseo. Estamos conociendo muchos lugares en poco tiempo, y el clima parece que acompaña, ya que ha dejado de llover. Tomando la Via Sistina, dejando la plaza Barberini a nuestra derecha, llegamos a uno de los puntos clave de la ciudad, la Piazza di Spagna. Además de ver todo lo que hemos visto, la idea principal por la cual hemos realizado el recorrido elegido, es para llegar a dicha plaza, por la parte superior, donde se encuentra la iglesia de Trinità dei Monti y evitar subir la famosa escalinata de esta plaza, con nada más y nada menos que 137 escalones, dejando en la parte inferior la barroca Fontana della Barcaccia (fuente de la barca, realizada por Bernini), la cual, que pena, está en restauración y no podemos verla, por eso os he dejado como imagen este dibujo, que si expresa la belleza de esta impresionante plaza. El resto de imágenes ya fueron tomadas por mi.
Cercana a esta plaza se encuentra la Via Condotti muy conocida en Roma por sus tiendas de marcas exclusivas. Todas las grandes marcas de moda (Dior, Channel, Vuitton, Versace... etc...) tienen tiendas a lo largo de esta Via. En la siguiente imagen, podéis ver un escaparate de Versace, donde el bolso "sólo valía" 1.395€ y los zapatos 785€... vamos, toda una "ganga".
Haciendo honor a su nombre, en esta plaza se encuentra ubicada la Embajada de España. Dejamos la embajada a nuestra derecha, y la plaza de España a nuestra espalda, y seguimos adelante, por la Via di Propaganda, primero, y por la Via Poli después, para llegar a la Via del Tritone, (avenida con tráfico) y cruzarla, para a través de otra calle, que sigue llamándose Via Poli, llegar al siguiente punto impresionante de la ciudad, a la Fontana di Trevi, (La Fuente de Trevi) la cual es la mayor (con cerca de 40 metros de frente), más ambiciosa y más famosa de las fuentes monumentales del Barroco en Roma.
La fuente está situada en el cruce de tres calles, marcando el punto final del Aqua Virgo, uno de los antiguos acueductos que suministraban agua a Roma. Con la supuesta ayuda de una virgen, los técnicos romanos localizaron una fuente de agua pura a sólo 22 km de la ciudad (escena representada en la actual fachada de la fuente). Esta Aqua Virgo corría por el acueducto más corto de Roma directamente hasta los Baños de Agripa y fue usada durante más de cuatrocientos años. El golpe de gracia a la vida urbana de la Roma clásica tardía fue la rotura de los acueductos por parte de los asediadores godos. Los romanos medievales quedaron reducidos a sacar agua de pozos contaminados y del río Tíber, que también se usaba como cloaca.
Una leyenda tradicional sostiene que los visitantes que arrojan una moneda a la fuente aseguran su regreso a Roma. Yo os puedo decir, que la primera vez que vine a Roma, en mi viaje de fin de curso con el instituto de bachillerato, arroje una moneda, y volví, una segunda vez, a un encuentro juvenil con Juan Pablo II en la plaza del Vaticano, y volví a la fuente y eché una segunda moneda, y mirad... he vuelto.... esta vez reconozco que no he tirado moneda. Roma me encanta, y no necesito de monedas para volver, pero por si acaso, yo de vosotros la tiraba....jajaja. La plaza donde está situada la fuente es pequeña, de hecho si no fuera por la impresionante fuente, yo no la consideraría ni plaza, ni pararía en ella, pero la fuente lo nubla todo... si el lugar tiene algo más que ver, queda eclipsado por este monumento, indescriptible.
Bien, seguimos nuestro paseo. Estamos viendo muchas cosas, pero no han pasado ni 2 horas desde que salimos del hotel, realmente esta todo muy cerca y no estamos andando tanto como pueda parecer, lo que pasa es que se ralentiza todo al pararte y mirar tanto monumento y tanto detalle arquitectónico de la ciudad. Si no hiciéramos paradas, lo que llevamos recorrido se haría perfectamente en unos 25-30 minutos, o incluso menos. Bueno, seguimos como digo, y nuestro siguiente punto importante es la Piazza de la Rotonna (Plaza de la Rotonda), ya que en ella se encuentra el Panteón de Agripa, Construido por Adriano en el año 126, y que presume de ser el edificio mejor conservado de la antigua Roma.
Es un templo circular construido en Roma a comienzos del Imperio romano, dedicado a todos los dioses (la palabra panteón, de origen griego significa "templo de todos los dioses"). La construcción del Panteón actual se llevó a cabo en tiempos de Adriano, en el año 126 d.C. El nombre de Agripa viene dado porque el lugar en el que está construido el edificio actual estaba anteriormente ocupado por el Panteón de Agripa, construido en el año 27 a.C., que quedó destruido debido a un incendio en el año 80 d.C. A principios del siglo VII el edificio fue donado al Papa Bonifacio IV y éste lo transformó en una iglesia, por lo que en la actualidad presenta un perfecto estado de conservación.
En el interior del Panteón se encuentran las tumbas de numerosos reyes de Italia y multitud de obras de arte. El personaje más conocido que se encuentra enterrado en el Panteón es sin duda el pintor y arquitecto renacentista Rafael.
Se va acercando la hora de comer, y vamos cumpliendo con lo planificado al salir del hotel. La idea es que sobre las 2 de la tarde, estuviéramos cerca de la Plaza Navona, ya que en una de sus calles cercanas, me aconsejaron almorzar en una de las mejores pizzerías de Roma, Da Bafetto. Pues bien, son casi las 2 y el siguiente punto de la ciudad a conocer es precisamente la Piazza Navona.
Dotada de un estilo barroco muy elegante, la Plaza Navona es una de las plazas más bonitas y populares de Roma. Ocupa el lugar en el que se situaba el estadio de Domiciano (Circo Agonal) en el año 86, con espacio para más de 30.000 espectadores, en el que los ciudadanos romanos disfrutaban de los juegos atléticos griegos. Sin duda el mayor atractivo de la Plaza Navona son las tres fuentes construidas bajo el mandato de Gregorio XIII Boncompagni:
En el centro de la Plaza Navona se encuentra la "Fuente de los Cuatro Ríos", construida por Bernini en 1651. Las cuatro estatuas de la fuente representan a los cuatro ríos más importantes de la época: el Nilo, el Danubio, el Ganges y el Río de la Plata. En el centro está situado un obelisco de 16 metros de altura que perteneció al Circo de Majencio, que fue encontrado en la Vía Apia.
También hay que destacar las otras dos fuentes que se encuentran en cada uno de los extremos de la plaza, la fuente del Moro, creada por Giacomo della Porta y perfeccionada por Bernini, que posteriormente añadió los delfines, fue conocida en sus inicios como la "Fuente del Caracol". Esta fuente está situada en la parte sur de la plaza; y la Fuente de Neptuno fue diseñada por Giacomo della Porta, pero permaneció en el abandono desde su creación hasta 1873, cuando la obra fue finalizada por Zappalà y Della Bitta.
Bien, ya hemos superado las 2:30 de la tarde, y creo yo que va siendo hora de ir a comer. Según sales por la parte norte de la plaza, donde está situada la Fuente de Neptuno, dejando a la derecha la Embajada de Brasil, llegamos a la Via del Governo Vecchio, que es donde esta la pizzería que nos recomendaron. Pero.... vaya por Dios.... está cerrada..... oohhhh!!! pues nada.... la calle, muy bonita, estrecha, llena de tiendas y bares, nos invita a quedarnos allí de cualquier modo, así que como no tenemos ni idea de otro buen restaurante, nos quedamos en uno que tenía una terraza pequeña en la puerta (ocupa casi toda la calle) y donde tenía muy buena pinta lo que veíamos, o es que ya teníamos hambre, jajaja. El lugar elegido se llama Mimi e Coco, y comimos estupendamente, y mucho más barato que ayer en el Vaticano.
Decir que estamos en todo el centro histórico de la ciudad de Roma. Todo son calles escondidas, estrechas, edificios antiguos, y tiendas y bares pequeños, y que invitan a la relajación, pero tras la comida, nos queda recorrer el camino de vuelta al hotel, y la tarde se está poniendo muy fea, de hecho ha caído una buena cantidad de agua mientras estábamos comiendo.
Bien, nuestra primera parada, atravesando la avenida Vittorio Emanuele II dejando atrás la plaza Navona, es El Campo dei Fiori (Campo de Flores) una de las principales plazas de Roma, animada tanto de día, con su particular mercadillo, como durante la noche, (esto ya lo que me han informado) cuando sus terrazas se llenan de turistas y locales.
Damos una vuelta por los puestos de venta ambulante de la plaza, la mayoría de los cuales están ya recogiendo, se nota que son más de las 4 de la tarde. Aún así nos da tiempo a comprar unos caramelos para el camino de vuelta, y unas pasas para mi madre. Volvemos a la calle principal de esta parte de la ciudad (Corso Vittorio Emanuele II, une la plaza Venezia con un puente que da al Vaticano... ¿veis lo cerca que está todo...?) y recorriendola en dirección Plaza Venecia, llegamos a otra parada, la Iglesia del Gesú.
Construida entre 1568 y 1584, Il Gesú fue la primera iglesia jesuita que se construyó en Roma. Decorada de forma profusa y opulenta a partir del siglo XVII, en la actualidad constituye uno de los ejemplos más destacados del arte barroco romano.
Son más o menos las 5 de la tarde, pasadas, pero parece que son las tantas de la noche, porque se ha cerrado el día, y empieza a llover con fuerza, y esta vez nos ha cogido en plena calle. Llegamos a la Plaza Venecia, ya conocida del primer día, así que simplemente la atravesamos, para, bordeando el Foro de Trajano (también visto el primer día, que vimos el Foro Romano), vamos dirección Via Nazionale. Si recordáis al principio, esta avenida unía la Plaza de la República con la Plaza Venecia, así que vamos directamente por esta calle (avenida) directos al hotel, ya que realmente, es ya de noche, hemos visto todo lo que pretendíamos ver, y entre todo lo andando, y la lluvia, que no para, ya va siendo hora de que al menos mi madre, regrese al hotel, así que sin pararnos en ver ni edificios ni tiendas que están en esta calle, llegamos al punto inicial de esta mañana, la Plaza de la Republica, la cual atravesamos y llegamos al hotel.
Una vez con mi madre ya en el hotel descansando, y con menos lluvia, mi prima y yo fuimos un momento a otro punto importante de Roma, muy cercano, justo detrás de la estación de Termini, en dirección opuesta a la tomada esta mañana hacia la plaza de la República. Se trata de La Basílica de Santa María la Mayor (Basilica di Santa Maria Maggiore) es una antigua basílica católica considerada la más grande de las iglesias dedicadas a la Virgen María en Roma siendo una de las cuatro basílicas mayores de la ciudad. Preciosa. No pudimos verla entera, ya que había misa, y sólo dejaban entrar al principio de la Basílica, el resto estaba cerrado a no ser que fueras a sentarte para escuchar la misa.
Como no podemos permanecer mucho tiempo en la Basílica, para no molestar, mi prima regresa al hotel para acompañar a mi madre, y yo, hago una pequeña escapada de última hora, porque tengo la ilusión de ver el Coliseo de noche. Por mi, otro día, con otro tiempo, hubiera ido andando, pero con lo cerrada que estaba la tarde, prefiero ir en metro, así también tardo menos, y regreso pronto al hotel. Como además, estamos en Termini, pues no hay problema en tomar el metro.
La verdad que a pesar de la hora y del tiempo, me encontré con un montón de gente en la línea de metro, coincidí con un grupo de chavales españoles, que llevaban una alegría y una algarabía en el metro, propias de su edad y de nuestra forma de ser, jejeje..., pero lo que realmente me llamó la atención es la cantidad de personas que había en el Coliseo (hombre, no como durante el día, lógicamente) realizando fotos, con sus trípodes, muy bien equipados. Seguro que más de uno tuvo la misma idea que yo, pero, una pena, la tarde no acompañaba y estaba el cielo muy cerrado y todo muy oscuro, sólo iluminado con luz artificial.
Durante la vuelta en el metro al hotel, no paraba de pensar que esto se acababa. Que en el momento que saliera de Termini, llegaría al hotel, y ya sólo quedaría descansar del día de hoy, para mañana regresar a España. Pero bueno, disfrute cada momento de ese viaje de vuelta, e intenté memorizar y captar cada detalle de mi viaje solitario (breve) por la zona de Termini dirección al hotel, porque no se cuando tendré la oportunidad de volver.
En fin, vamos a quedarnos con todo lo conocido hoy. Me ha encantado el día, a pesar del tiempo, porque nos hemos pateado unas calles, unas plazas, unos rincones, llenos de historia, de una belleza única, y de los cuales me he enamorado, más de lo que ya estaba.
Roma es eterna, y dicen, que todos los caminos llevan a Roma, así que con moneda o sin moneda en la Fontana di Trevi, seguro que volveré a esta ciudad, que es única en el mundo.
Mañana regresamos a España, pero eso no tiene mucha más historia que regresar a Madrid, tomando el bus desde Termini hasta Fiumicino, como el primer día, tomar el avión, llegar a Barajas, donde esta vez tuvimos que esperar 3 horas, para tomar un segundo avión, para a eso de las 23 horas, llegar de nuevo a Jerez, cansado de tanto avión, y tanto aeropuerto, pero lleno de recuerdos increíbles de esta gran Ciudad.
Ciao Roma, Grazie Mille Roma.