sábado, 14 de marzo de 2009

Tocando el cielo....

Hola, y bienvenidos de nuevo a Bloxperiencia.

La semana pasada de nuevo pude disfrutar de una jornada de senderismo, y he de decir, que por ahora, ha sido una de las mas gratificantes, pero también de las más complicadas. Subimos dos cimas a la vez, el Simancón y el Reloj, en la sierra de Grazalema.



Nos desplazamos hasta la localidad de Grazalema, capital de la Serranía de la Provincia de Cádiz, y aparcamos el coche justo en la entrada del camping de la localidad. Justo en ese aparcamiento, a mano derecha, comienza el sendero, que nos va a llevar primero a los Llanos del Endinar, una subida inicial corta, pero empinada, que nos pone en contacto y nos informa de primera mano lo que nos vamos a encontrar más tarde.

Esta primera subida es corta, más o menos la realizamos en una hora, y vas siempre rodeado de arboleda y mucha, mucha vegetación, lo cual se agradece en un día no de mucho calor, pero si de bastante sol. Si realizais este camino en epoca estival, os aconsejo que lleveis crema para la piel. Yo no lo hice, y luego pague las consecuencias.

Aún hemos subido realmente pocos metros, al llegar al cruce de caminos entre el alto del Boyar, y los Llanos del Endinar y las vistas ya comienzan a dejarte sin palabras.



Una vez pasado los llanos, que de llanos tienen poco, y tras una breve pero agradecida bajada, comenzamos a subir el Simancon (cuya cima está a más de 1.500 metros de altitud). Primero a través de una arboleda, y poco a poco con menos vegetación, vas subiendo, y subiendo, y viendo como el sendero (si lo hay) cada vez es mas empinado y revirado. Subiendo con paciencia y tranquilidad, se va llegando al valle previo a la gran cima.









A quien realize este camino, consejo: Mucha agua, y zapatos muy comodos, pero preparados para parte de escaladas. Nada de deportes. Si es que quieres llegar a la cima, la cual, a medida que se va llegando, además de ir más agotado y cada vez más cansado, uno va sintiendo una sensación complicada de explicar. Cada vez estás más alto, más cansado, pero a la vez, y a pesar de que la vegetación va desapareciendo poco a poco, hasta dejar solas a las piedras y a los arbustos, las visión que la subida va dejando, los montes de alrededor e incluso las vistas de los pueblos a lo lejos, mirando desde arriba, tan alto, es dificil de explicar. La parte final de la subida es lo más complicado, con una parte casi en vertical, casi como si subieras escaleras, y ya sin sendero que te marque camino, simplemente subir, casi escalar, pero llegas a la cima, y como digo al principio.... tocas el cielo...

Las vistas hablan por si solas





Tras un merecido y placentero descanso, comienza la bajada del Simancón, peligrosa, muy peligrosa, muy empinada, para enseguida (ya que estan una cima enfrente de la otra) comenzar la subida del Reloj, que es identica a la última parte de subida de la primera cima, es decir, ir subiendo por donde se pueda, con mucho cuidado, hasta llegar de nuevo a la cima.




La bajada del Reloj es también lenta y peligrosa, hay que ir con mucho cuidado de donde se pone los pies, y a veces tienes que bajar sentado, porque no es posible mantener el equilibrio. Al finalizar la bajada se llega a la zona denominada Charca Verde, un bebedero natural para los animales de la zona, y que a nosotros nos sirve como lugar para reponer fuerzas de todo lo que llevamos realizado (ya hemos subido las dos cimas). Al mirar hacia arriba parece mentira que hayamos subido hasta tan alto.




Una vez descansados y con las fuerzas mas renovadas (tras 5 horas ya de camino entre tanta subida y bajada) dejamos atrás la Charca Verde, y comenzamos a seguir las indicaciones (a veces complicadas de ver) para localizar el sendero de bajada, que nos lleve de nuevo al cruce de caminos entre el Alto del Boyar y los Llanos del Endinar, por donde ya pasamos al inicio de la jornada, para volver al aparcamiento del camping y dar por finalizada la jornada. Esta última parte parece fácil, y en comparación con lo hecho durante el día lo es, pero se hace muy larga, ya que hay que bordear un monte para llegar al punto inicial, lo cual tardamos en hacer en casi 3 horas, atravesando el monte, a veces subiendo (un poco) y casi siempre bajando, pero ya por senderos señalizados y de nuevo rodeados de arboles y vegetación.



Después de casi 8 horas de recorrido (con sus descansos incluidos, tanto en las cimas como para almorzar) y con los pies destrozados, llegamos al aparcamiento, nos cambiamos de zapatos, y bajamos al pueblo de Grazalema, a merendar y retomar fuerzas antes de volver a casa. Hoy nos los hemos merecido. Hemos subido la segunda y tercera cimas más altas de la provincia... y repito... parece que hemos tocado el cielo.



Hasta la próxima Bloxperiencia.