Hoy es Miércoles 5 de agosto de 2009.
La carretera que da acceso a los lagos de Covadonga, se corta al tráfico a las 8:30 de la mañana, y desde esa hora hasta las 20:30 de la tarde, sólo se puede subir en autobuses organizados. Esto es así desde la localidad de Covadonga, donde está el santuario del mismo nombre, por lo que debido a todo esto, hoy hay que levantarse temprano para poder llegar antes de dicha hora, y poder subir con nuestros propios coches y no depender de autobuses ni horarios.
Nos aseamos, nos vestimos, cogemos las cosas del desayuno, y allá que nos vamos sobre las 8 de la mañana. Como somos puntuales, y estamos a sólo 15 Kms, llegamos de sobra a Covadonga y podemos subir con los coches. La carretera es típica de montaña, con mucha, mucha arboleda, pero a medida que subes, los árboles ya los visualizas desde lo alto, ves las copas de los árboles, y las vistas cada vez son más impresionantes. Cimas de montañas por debajo tuya, nubes por debajo tuya, y nosotros, con el coche, subiendo y subiendo.
A medida que vas llegando a la cima, te vas encontrando con distintos aparcamientos y miradores. Nosotros intentamos llegar al aparcamiento más alto (hay 4 aparcamientos), pero este ya estaba lleno, así que tuvimos que bajar hasta el aparcamiento anterior. Al lado del aparcamiento 2, donde dejamos los coches, está uno de los lagos, el lago Enol, y en lo más alto, junto al aparcamiento 1, el otro lago, el lago Ercina. Las vistas son increibles. Estamos a más de 1300 metros, dos lagos enormes, rodeados de más montañas, algunas, a lo lejos, incluso con nieve en las cimas. Todo muy verde, con zonas arboladas, mucha vegetación, y siempre acompañados por el tintineo incesante de las campanas de las vacas, decenas de vacas en total libertad, pastan y pasean por donde quieren, junto a los lagos, en la carretera, en los accesos a los aparcamientos, ..., por todos lados.
Hay varios recorridos para realizar paseos por los alrededores de los lagos. Nosotros, junto al lago Enol, desayunamos, y luego bajamos al lago Ercina, sin parar de echar fotos, impresionados por las vistas. Para más información pulsa aquí.
Sabiendo que hay mucho que ver, volvemos al coche para abandonar los lagos, bajando con mucho cuidado por la misma carretera por la que se sube, ya que entre la estrechez de dicha vía, los autobuses que suben, ciclistas y vacas, la carretera está bastante concurrida.
Llegamos de nuevo a Covadonga, y visitamos el santuario, levantado en medio del bosque. Impresionante. Está edificado junto a la cueva donde se dice que la virgen se le apareció al rey astur Pelayo, en el siglo VIII, para darle fuerzas y ánimo para vencer a los árabes, y comenzar desde el pequeño reducto de Asturias, la reconquista de la península. Eso tardaría varios siglos más, pero gracias a las victorias del rey Pelayo, el reino de Asturias no cayó.
Hoy en día, es un lugar turístico, algunos creyentes, otros como nosotros, más viajeros y más curiosos por conocer la zona y sus detalles. La basílica intenta tener un aspecto medieval, pero se nota que es relativamente nueva, creo que del siglo XIX, construida entre 1877 y 1901. Tras una vuelta por el santuario, lleno de gente, regresamos a Cangas de Onís, para realizar unas compras, y por última vez, parar en la casa de Caño, la cual ya abandonamos. Para más información del Santuario, pulsa aquí.
De nuevo, con las maletas a cuestas, tomamos, ya camino de nuestra última parada, hacia Cantabria, pero primero pasamos un rato en una playa, la Playa de Celorio, de nuevo cercana a Llanes, donde almorzamos y pasamos un rato de descanso, nuboso eso sí, porque el tiempo está empeorando.
Tras el reparador descanso en la playa, y antes de llegar a la casa, pasamos a dar una vuelta por la localidad de Llanes. Monumental y marinera, cuenta con un gran número de lugares de ínteres. Nosotros vimos parte de su casco historico, sus murallas medievales, la basílica de Santa María, su puerto marítimo, su playa y su mirador, donde se pueden visualizar los denominados cubos de la memoria, las típicas piedras que rodean los puertos marítimos, pero pintadas con diversas formas y colores, obra de Agustín Ibarrola. Podeis obtener más información en la siguiente página web.
También es de destacar en esta localidad, la cantidad de casas impresionantes, bellísimas. Son las denominadas casonas de indianos (personas nativos de la zona, que hicieron riqueza en America, en siglos anteriores, y vuelven a la localidad, ya ricos, a vivir la vida).
Tras pasar un buen rato en Llanes, ya tarde, partimos hacia la casa donde pasaremos las dos próximas (y últimas) noches, en la localidad cantabra de Los Corrales de Buelna, pueblo pequeño, cercano a Torrelavega (dirección Palencia)y a unos 35 Kms de Santander.Al llegar al piso, nos aseamos, cenamos y nos vamos pronto a la cama, reventados del día que hemos tenido. Mañana día dedicado a Cantabria. Es una pena, pero sólo un día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario