domingo, 15 de septiembre de 2013

Diario de Viaje Países Bálticos: Jornada 6 - 2º día Tallin

Hoy es 23 de Agosto de 2013.

Hoy nos levantamos con sobresalto. Como no hay que trasladarse a ningún sitio, podíamos permitirnos el lujo de despertarnos tarde, así que pusimos la alarma a las 8:30, pero yo no recordé que mi reloj tiene alarma a las 8 de la mañana, así que aunque yo no me dí cuenta por la costumbre diaria, no lo oí, si lo hicieron mis compañeras de viaje, y las pobres las desperté 30 minutos antes de lo previsto..., fueron buenas, me dejaron con vida, jejejeje...

Bueno, hoy nos toca un día tranquilo en comparación con los demás (ya va tocando). Tras el desayuno, nos trasladamos de nuevo a la ciudad, a visitar aquellos lugares turísticos más alejados del casco histórico. Usando primero el autobús local, y luego desplazándonos en tranvías, llegamos al parque de Kadriorg, situado, como indiqué ayer, a 2 Kms de la ciudad medieval. Este parque contiene el hermoso palacio barroco de Pedro el Grande (zar ruso), el cual no pudimos visitar ya que está en restauración. Dicho palacio alberga hoy día el Museo de Arte Estonio. En el mismo lugar, dentro del parque, se encuentra el edificio de residencia del Primer Ministro. Ambos edificios se incluyen en este, hoy, parque de la ciudad, lleno de fuentes, de diferentes tipos de árboles, y de diferentes tipos de flores, muy bien cuidado todo, ya que vimos a muchas personas trabajando en dicho parque, ayudando a su cuidado y conservación.




El parque es grande, precioso, y por lo que hemos podido ver, no sólo lugar de visita turística, sino también de lugar de reposo y relax, paseo familiar o de juego para los niños, por parte de los habitantes de Tallin. Digamos que es el pulmón verde de la ciudad, la cual está rodeada en las afueras por varios bosques, pero este parque está integrado en la parte moderna de la ciudad. El origen de este parque fue que el Zar Pedro el Grande quiso darle a Catalina, su 2ª esposa, un lugar de vacaciones y de relax, y claro, no le hizo una casita y punto, le tuvo que hacer un palacio rodeado de jardines, típico de la época, y típico de los zares.




Tras la visita del parque, frustrada en parte por no poder entrar en el palacio, regresamos al centro histórico, pero esta vez andando, primero a través del barrio de Kadriorg, donde podemos ver las típicas casas de madera, (fundamentalmente, aunque también de otros materiales). Esta zona es, o mejor dicho, fue, el lugar de residencia de la aristocracia letona (aunque los dueños de las casas fueron fundamentalmente alemanes y rusos). La verdad que hay algunas casas preciosas, y llama la atención ver cada casa de un color distinto, da un aspecto muy peculiar a este barrio, por el cual llegamos a la avenida principal de la capital, la avenida Narva, la cual une las afueras de la ciudad, la parte moderna, con el centro histórico (lógicamente en esta dirección, la ciudad tiene muchas más avenidas por otras direcciones).


 Enseguida llegamos de nuevo al centro histórico, de nuevo lleno de turistas. Como realmente ya hemos visitado de esta zona todo lo que hay que visitar, nos tomamos el resto del día para callejear por aquellas calles no conocidas, comprar algunos recuerdos de la ciudad para nosotros, amigos y familiares, y tomar algo de vez en cuando para parar y descansar.


A media tarde, con pena por dejar la parte de la ciudad que nos ha enamorado, prometiendo volver, nos vamos para el hotel a cenar y descansar, temprano, ya que mañana nos espera un día agotador. 600 Kms desde Tallin hasta Vilnius (o Vilna), capital de Lituania, última parada de nuestro viaje que ya se acerca a su fin. 600 Kms en bus, que por las carreteras de esta zona y el límite de velocidad de las mismas (no se puede superar los 90 Kms/h), se calculan entre las 11 y 12 horas de viaje, también teniendo en cuenta que tenemos 2 paradas programadas, una en Letonia (sí, volvemos a cruzar Letonia, desde Estonia, camino de Lituania, toma ya.... en el mismo día...) más concretamente en la localidad de Rundale, y también en Siauliai, en el norte de Lituania, donde visitaremos el monte de las cruces, para llegar, por fin, lo que no se es a que hora, a Vilnius, la capital lituana. Saldremos del hotel a las 6:15, de la mañana!!!!! Así que nada, os dejo hasta mañana, con la satisfacción de haber conocido una ciudad con un encanto tan especial como Tallin. Espero volver.

Hasta la próxima Bloxperiencia.

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