viernes, 21 de agosto de 2009

Diario de Viaje: Jornada 1, llegada a Asturias.

Es sábado 1 de Agosto de 2009. Son las 7 de la mañana y vuelvo a tener la oportunidad de perderme unos días de la rutina del día a día.

Este año me quedo en España, aunque me tengo que recorrer de punta a punta el país. Repito, son las 7 de la mañana. Esta tarde, si Dios quiere, estaré en Asturias.

Vamos en coche particular. Desde Jerez salimos Oscar, Jonathan, Iván y yo, comenzando un recorrido de más de 900 Kms por delante.

Al llegar a Sevilla, tomamos dirección Mérida, por la autovía de la Plata, la cual nos va a llevar hasta Gijón, todo recto.

Paramos a desayunar en la localidad extremeña de Monesterio, en un bar donde no se servían tostadas, sólo churros (porras), muy, muy aceitosas. Con ganas de haber desayunado otra cosa, seguimos nuestro camino, hasta la localidad de Plasencia, lugar donde nos reunimos con Jesús y Mar, y ya desde allí los seis, seguir camino hasta Asturias.



El viaje, a pesar de tantos Kms, y de forma sorpresiva, no se nos hace pesado. Tras parar de nuevo cerca de Zamora para almorzar, y tras estar unos minutos parados en la autovía, ya en Asturias, por un accidente de tráfico, de otro coche claro, a eso de las 6 de la tarde, llegamos a nuestro destino, la localidad de Cudillero, más concretamente en una zona denominada Arances, al lado de El Pito, a 2 Kms de Cudillero. Habíamos pasado por las circunvalaciones de localidades como Mieres, Oviedo, Gijón y Avilés, las cuales ya volveremos a verlas.



Tras acomodarnos en la casa, dos habitaciones, salón, baño y cocina, hacemos tiempo hasta la cena, yendo a Cudillero. El pueblo es precioso. Encerrado entre el mar y la montaña, las casas están construidas unas encima de otras, como si fueran distintos escalones, y casas muy distintas a las que se ven por Andalucía, todas de distintos colores, muchas ventanas y el típico tejado, con tejas, típico de las zonas del norte.

El pueblo es atravesado por una única calle con tráfico, de doble sentido, que recorre el pueblo y llega hasta el puerto. El resto de calles, estrechas, reviradas y empinadas, son peatonales. Dichas calles son otro aspecto a destacar del lugar. El agua del mar llega casi hasta la plaza de la Marina, única plaza del pueblo, y frente por frente del puerto. En dicha plaza está el ayuntamiento, y todo lleno de restaurantes, bares y tiendas.



El pueblo tiene que tener ambiente, pero.... pero.... a diferencia del sur, donde nos asamos de calor, en Asturias, y en concreto en Cudillero, nos han recibido con lluvia,...., sí, sí.... con lluvia, el 1 de Agosto. Increíble.

Aún así pasamos de la lluvia y nos damos una vuelta por el pueblo, buscando sus miradores y viendo el puerto marítimo.

Tras una hora, ya empapados, regresamos a la casa, donde una cena calentita, y una cama reconfortante, nos esperan para descansar de este primer día, y cargar las pilas. Asturias, nos espera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

q maravilla...

Anónimo dijo...

Estupendooooo q bien!!!