martes, 12 de agosto de 2008

Diario de viaje: Jornada 2 (Venecia)

Hemos dormido que te cagas!!! Ya nos hemos levantado y para variar otra media horita para buscar el lugar del desayuno, aunque ha merecido la pena. Pedazo de desayuno "pijo" que nos hemos metido entre pecho y espalda. Ya estamos perfectos para patearnos Venecia...



A Venecia llegamos en Tren, desde Treviso. No se tarda mas de 30 minutos. La primera impresión al llegar es ver a tanta gente de tantas nacionalidades. Decidimos ir a la Plaza S. Marcos, a pie, para conocer mejor la ciudad. Vemos cantidad de calles, canales, puentes..., y nos apena ver como una de las ciudades más visitadas del mundo tiene calles tan sucias y mal cuidadas. A medida que llegamos a la Plaza San Marcos se nota más limpieza, y sobre todo más bullicio, sobre todo en el puente Rialto, rodeado de tiendas de todo tipo, y puestos ambulantes.



Antes habíamos pasado por la lonja de la ciudad, hoy cerrada por ser domingo. Algo típico es ver a mucha gente comiendo pizzas por las calles. Como el que en España come pipas, pues igual.



Al llegar a la plaza S. Marcos, lo primero que impresiona es la catedral, en uno de los laterales de la plaza, y el palacio del duque. Hay muchísima gente, y tras andar un rato por la plaza, y por el embarcadero principal de la ciudad, seguimos andando (ya llevamos unas 3 horas) hacia un lugar para descansar y comer. El lugar elegido son las escaleras de la iglesia de Santa María de la Salud, situada frente (un poco a la derecha) de la plaza de San Marcos, por lo que tenemos que atravesar el canal principal de la ciudad a través del puente de la Academia.



Llegamos agotados. Tras comer, nos echamos la típica siesta española en los escalones de la puerta de la iglesia. Momento estelar del día. Era para vernos, a los cinco 'fritos', alguno incluso roncando, en la puerta de una iglesia de Venecia, frente a la plaza San Marcos. Una de las mejores siestas de mi vida. Hay que explicar que la entrada a la iglesia es amplísima, y es zona típica de parada y descanso de muchos turistas, por lo grande que es, por la sombra que recibe de la iglesia, y de las vistas hacia Venecia que tiene.

Para disfrutar Venecia hay que ir con dinero, ya que como el resto de Italia, es algo cara (excepto para, de forma sorpresiva, comida rápida, pizzas fundamentalmente). Volvemos en Tren a Treviso,..., bueno, en tren, eso al menos debería ser, porque más que un tren fue una sauna con raíles. Que calor..., y no ponían el aire acondicionado (o no funcionaba, una de dos), pero es que tampoco dejaban que se bajasen unas ventanillas que tenia el vagón en la parte superior. Acabamos todos KO, sudando a chorros y con un olor a humanidad considerable.

Como digo regresamos a Treviso, y antes de partir, damos una vuelta por el centro, de forma relajada, tomando unas fotos y unos helados (por el tema de la calor). Recordar momento mujer mayor esperando el autobús. Los que fuimos al viaje sabrán de lo que hablo.



Salimos hacia Ljubljana (Eslovenia), y esta vez no perdemos tiempo, y vamos directamente por la autopista, dirección Triestre. Tras dos horas y media conduciendo, lo primero que llama la atención es que a partir de Eslovenia, vuelven a existir las señales de tráfico y las indicaciones correctas, que las autopistas de peaje están liberalizadas y son gratuitas, y la cantidad de tráfico que tienen dichas autopistas. Para nuestra satisfacción, llegamos a Ljubljana sin ningún problema, y encontramos el hostal sin ninguna dificultad, gracias a que como ocurre en España (y no en Italia) las calles y avenidas están rotuladas y las indicaciones son correctas.



El hostal tiene pinta de haber sido un antiguo colegio. Es enorme, con 5 plantas (sin ascensor), un poco tétrico. En cualquier momento parece que se va a aparecer alguien siniestro, en sus pasillos largos y oscuros. Nuestros cuartos están en la quinta planta (como no) y al ser tarde, no salimos a cenar a la ciudad, sino que usamos la cocina comunitaria que había en la 4ª planta, y nos fuimos a la camita. Hay que descansar que solo llevamos 2 días de viaje.

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