jueves, 21 de agosto de 2008

Diario de viaje: Jornada 8 (Dubrovnik)

Hoy toca visitar la que dicen es una de las ciudades más bellas del mundo (dicen que la segunda, tras Venecia). Os hablo de Dubrovnik (la perla del Adriatico), y os puedo asegurar que no se quedan cortos.



Tras desayunar, directamente vamos hacia Dubrovnik, sorprendidos y maravillados por su belleza, que es visible desde antes de llegar, con las vistas que ofrece la carretera antes de llegar. La ciudad antigua, está amurallada en su totalidad, y pertenece a la época de la edad media. Tuvimos problemas para aparcar, ya que son calles estrechas y nos encontramos con mucho garaje privado, pero con paciencia, encontramos aparcamiento cerca de una de las entradas que hay a través de las murallas.



Ni que decir tiene que al ser domingo, la ciudad estaba repleta, y nos llamó la atención la cantidad de españoles con los que nos encontrabamos. Sobre la ciudad, que deciros, impresionante. Su puerto marítimo (con barcos y cruceros enormes), su catedral, su calle principal (Stradum), lleno de bares y tiendas, y sus cientos de calles pequeñas, escondidas, que suben y bajan a lo largo de la ciudad, y te van permitiendo ir descubriendo sus detalles y sus encantos.




Nosotros, entre calle y calle, dimos con una puerta en una muralla,que daba a una cala espectacular, al lado del puerto marítimo y enfrente de una de las cientos de islas que tiene esta zona del adriatico. No podiamos pasar por esa cala, sin pegarnos un buen baño. En la cala había un bar, y bastante gente, así que no se trataba de un descubrimiento único por nosotros, pero el chapuzón nos quitó la calor que teníamos, y el agua estaba buenisima.



Tras este refrescante baño, seguimos descubriendo la ciudad, sus calles, monumentos, iglesias, intentando mantener en la retina toda la belleza que la ciudad despliega. Antes de regresar a nuestra casa a descansar y almorzar, paramos, ya saliendo de Dubrovnik, en otra cala cercana para bañarnos en ella. Fuimos a una zona llamada Patika. Allí nos impresionó ver edificios totalmente abandonados, destruidos, quemados..., que nos encontramos antes de llegar a la cala. Luego nos enteramos que esa zona fue area militar durante la guerra, y fue destruida por los serbios. Ya en Dubrovnik vimos algunas casas destruidas y otras con agujeros de metralla, ademas de techos destruidos, y zonas en ruinas (todo eso a pesar de ser ciudad patrimonio universal de la Unesco desde 1979), pero lo que vimos en la cala nos dejó impresionados. Te deja ver lo horrible que tuvo que ser esa guerra, y el infierno que sería lo que ahora es un paraiso turístico y natural.



Tras nuestro baño, regresamos a la casa, y por la tarde fuimos de nuevo en busca de nuevas calas por descubrir y conocer, y así mitigar el calor sofocante que estabamos pasando esos días. Ya atardeciendo, regresamos de nuevo a Dubrovnik para ver la ciudad de noche, y si bonita es de día, no os podeis imaginar como es de noche. Sus principales rincones iluminados, barcos y cruceros iluminados en su puerto, y un ambiente increible, con cientos de bares y restaurantes llenos de gente, muchas tiendas aún abiertas, y un concierto en su plaza principal, que animaba a todo el mundo que por allí nos encontrabamos.



Tras dar una vuelta por la ciudad, regresamos a la casa, ya para cenar y descansar de un día agotador. Mañana cambiamos de nuevo de país, ya que vamos a visitar Mostar, una de las principales ciudades de Bosnia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pedazo de reportaje.....